El martes ya no necesitaba madrugar tanto, y las preediciones no eran buenas para el norte, vientos fuertes barrían el mar. Tocaba pasar la mañana de turista, comer y esperar la marea llena.
Era la primera vez que iba a la isla en busca de olas, y my cuarto día iba a ser de los mejores, nada mas llegar a Tauro me quede perplejo, series de metro gordo rompían dando unos tubos que no me lo podía creer.
Enseguida se lleno el pico con locales hambrientos de tubos, esta sesión me dio las mejores fotos de toda la semana, un mar ordenado un viento perfecto, sol y la cercanía de la ola, hace de Tauro un paraíso para los fotógrafos.
La sesión fue larga y después de cuatro días en la isla ya no se que mas podía pedir, llevaba cuatro días fotografiando olas increíbles, disfrutando de buen tiempo y comiendo como un rey, después de estar casi un mes encerrado en casa por tanto temporal de frío y lluvia era my paraíso.
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